Región de Antofagasta | Chile

La Portada

Ubicación

Provincia: Antofagasta
Comuna: Antofagasta
Localidad más cercana: Antofagasta
Latitud: 23°30’24» S
Longitud: 70°25’38» O
Altitud: 50 m s.n.m.

Interés geocientífico

Geomorfológico

Valor principal

Recreativo

El geositio La Portada, uno de los símbolos de la ciudad y de la región de Antofagasta, es un atractivo turístico nacional declarado Monumento Natural el 3 de abril de 1990 debido a su espectacularidad escénica y a la biodiversidad allí existente. Está integrado por un acantilado activo, playas, islotes, cavernas y arcos costeros; el mayor de estos últimos es el más llamativo y el que le otorga el nombre a este lugar.

El acantilado y los arcos han sido labrados, principalmente, en capas de rocas sedimentarias asignadas a la llamada Formación La Portada y cuyo origen está ligado a procesos de sedimentación en un mar existente entre las épocas geológicas del Mioceno Medio al Plioceno, entre 14 y 2,5 millones de años aproximadamente. De acuerdo con los fósiles contenidos en estas rocas (moluscos y foraminíferos y en menor grado fragmentos de peces, aves y cetáceos) estas se habrían generado en un mar de aguas cálido-templadas y a profundidades no superiores a los 200 m. Bajo ellas, y visibles en los roqueríos costeros y en la base del acantilado y de los arcos, se pueden observar rocas de la llamada Formación La Negra, generadas por la actividad volcánica ocurrida en la zona durante el Jurásico, entre los 180 y los 143 millones de años.

Durante el Pleistoceno el empuje de las fuerzas tectónicas provocaron el alzamiento de estas rocas, las que quedaron expuestas al desgaste provocado por las olas, y en menor medida por el viento, y a la generación de derrumbes en las rocas sedimentarias. La acción constante de estos procesos ha ido esculpiendo el acantilado costero y las llamativas formas de arcos aquí presentes, cuya existencia se debe a que las rocas sedimentarias que forman los arcos tienen menor resistencia al oleaje que las rocas volcánicas que se encuentran en su base.

El geositio está bien preservado y cuenta con fácil acceso, miradores, un sendero y un museo de sitio. El acceso, tanto al sendero como a la playa, es de uso restringido debido al riesgo asociado a la caída de material desde el acantilado, el que continúa retrocediendo lenta y constantemente.