Región de Atacama | Chile

Tonalita Orbicular

Ubicación

Provincia: Copiapó
Comuna: Caldera
Localidad más cercana: Pan de Azúcar
Latitud: 26°58’22» S
Longitud: 70°47’42» O
Altitud: 2 m s.n.m.

Interés geocientífico

Petrológico

Valor principal

Recreativo

Este geositio lo conforma una roca intrusiva denominada tonalita, con un inusual y fascinante aspecto moteado, de gran belleza e interés científico, razón por la cual fue declarado Santuario de la Naturaleza en 1981. Es un pequeño roquerío, de no más de 2 m de altura, localizado en la playa Rodillo, a 11 km al norte de la ciudad de Caldera. Cuenta con acceso directo, estacionamiento y un área de descanso.

La llamativa textura de esta roca, que es parte de un cuerpo intrusivo denominado Plutón Relincho, de entre 195 y 180 millones de años de antigüedad, Jurásico Inferior, se la otorga una serie de esferas de 6 cm de diámetro promedio, llamadas orbículas, formadas por un particular ordenamiento de sus minerales durante el enfriamiento y cristalización del magma. Las rocas orbiculares son escasas y diversas, con solo un centenar de ellas descritas en todo el planeta. En la región de Antofagasta hay otros dos ejemplos, uno denominado Diorita de Quebrada Las Ánimas y otro, una granodiorita en el cordón de Lila, aunque ninguna de ellas ostenta la espectacularidad de la tonalita orbicular de Caldera.

Las orbículas se componen de un núcleo y un armazón. El primero es una roca denominada diorita cuarcífera, sobre la que cristalizó un armazón de minerales orientados radialmente, entre ellos, plagioclasa, clinopiroxeno y anfíbola, los que disminuyen su tamaño hacia afuera dando paso a un borde donde predominan cristales oscuros. Finalmente, minerales dispuestos de manera tangencial, cierran y separan la orbícula de la granodiorita que cristalizó entre las orbículas, donde destacan, además, grandes cristales de feldespato potásico y mica.

Su ubicación, a merced del oleaje y del vandalismo ocasional, lo hacen un geositio muy vulnerable, más aún, luego de la partida de don Hipólito Ávalos, su solitario celador por cerca de 20 años.