Región de Magallanes y de la Antártica Chilena | Chile
Torres y Cuernos del Paine
Ubicación
Provincia: Última Esperanza
Comuna: Torres del Paine
Localidad más cercana: Puerto Natales
Latitud: 50°57’54» S
Longitud: 72°58’53» O
Altitud: 2.600 m s.n.m.
Interés geocientífico
Geomorfológico-Geológico estructural
Valor principal
Recreativo
La cordillera Paine, lugar donde se emplaza este geositio, corona el Parque Nacional Torres del Paine, un sitio turístico de clase mundial declarado Reserva de la Biósfera en 1978 y ubicado a 150 km al norte de la ciudad de Puerto Natales, en la provincia de Última Esperanza. Esta cordillera está conformada por varios y prominentes cerros, como el Paine Grande, la cumbre más alta que supera los 3.000 m s.n.m., los Cuernos del Paine, que destacan entre los profundos valles glaciares Bader y El Francés, y las Torres del Paine compuesta por tres cumbres de unos 2.600 m de altura, la formación rocosa más representativa de esta Reserva de la Biósfera.
Además de las peculiares formas de las Torres y de los Cuernos del Paine, destaca en estos últimos la doble coloración constituida por una prominente banda rocosa de color blanco, con contactos extremadamente planos y nítidos con las rocas oscuras que la contienen. Estas últimas corresponden a capas de rocas sedimentarias que revelan la existencia de un mar profundo durante el período Cretácico, las que han sido asignadas a las formaciones Punta Barrosa, del Cretácico Inferior a Superior, de aproximadamente 105 a 93 millones de años, y Cerro Toro, del Cretácico Superior, de 93 a 73 millones de años. Por otra parte, las rocas más claras son el resultado de la intrusión de, al menos, cuatro cuerpos magmáticos graníticos, que, en conjunto, cubren un área de 200 km2. Estos granitos se emplazaron hace unos 13 millones de años, en el Mioceno Medio, en una zona de debilidad de la corteza denominada Falla Río Nutrias.
Tras millones de años enterradas, una seguidilla de procesos de alzamiento tectónico fracturó, deformó y levantó este conjunto de rocas por sobre los 2.000 m s.n.m., dejándolas expuestas a los procesos de erosión. Luego, durante el Pleistoceno, el conjunto de rocas fue intensamente afectado, de acuerdo con sus durezas y resistencias, por la acción de los hielos glaciares. Estos modelaron las inconfundibles y llamativas morfologías angulosas de cuernos, circos y aristas de esta cordillera, configurando así la magnificencia de un paisaje enriquecido por extensas estepas de coirón, el correr de los guanacos, el vuelo de las cachañas, densos bosques de ñirre y lenga, y llaretas que habitan incólumes la fría roca desnuda.