Ubicado en el Parque Nacional Radal Siete Tazas, en la comuna de Molina, a este geositio se accede desde la ruta 5 mediante el camino Agua Fría (ruta K-175), que une el pueblo de Molina con la zona cordillerana de la comuna. Consiste en una sucesión de pozones y saltos de agua formados por el río Claro al avanzar sobre varias capas de lava que constituyen parte de la unidad denominada Volcanitas de Planicies y Valles, del Plioceno-Pleistoceno.
La prolongada interacción del río y las rocas volcánicas ha propiciado el desarrollo de pozones en el lecho rocoso, conocidos como tazas, que otorgan una singular belleza al lugar y producen un gran interés en los turistas nacionales. Su formación se debe a la constante erosión efectuada por los fragmentos de rocas arrastrados en el fondo del río, lo que ha generado una profundización progresiva y localizada en las lavas durante el Pleistoceno-Holoceno. Además, estas rocas tienen un fracturamiento prismático que recibe el nombre de disyunción columnar y que se producen por la pérdida de volumen durante el enfriamiento y la solidificación de la lava. Las fracturas modelan polígonos, principalmente hexágonos, de variados tamaños, de manera similar a la formación de grietas cuando se seca el barro.
Inmediatamente después del terremoto del Maule de 2010, y en los últimos años debido al desvío de sus aguas y la prolongada sequía, ocasionalmente ha dejado de fluir agua por los pozones, lo que demuestra la alta vulnerabilidad de este atractivo turístico.